A estas alturas hemos oído millones de veces la palabra innovación y creemos que cualquier cosa que lleve esa palabra de por medio es algo realmente «diferente».
Hay una diferencia muy grande entre invención e innovación. La primera trata de hacer o crear cosas, mientras que la otra busca impactar y trascender, pero ¿Cómo realmente innovamos?
La base de la innovación radica en una idea, no importa si esta es grande, mediana o pequeña solo basta una idea y con eso empezamos, luego de tener una idea hay que nutrirnos, ver qué proceso o qué estructura aplicamos a nuestra idea para que pase de ser una invención a una innovación.
EL INNOVADOR
Un ejemplo sencillo y contundente de esto es la historia de Bill Gates que mientras muchos se preocupaban en hacer nuevas invenciones, computadoras en este caso. Bill vio una oportunidad y dejo de buscar una invención para competir con otras marcas y en ese cambio de foco fue que llego la idea que cambiaría todo.
Esa idea revolucionó al mundo, Bill dejo de hacer computadoras y empezó a fabricar sistemas operativos para los equipos, transformó la industria para siempre. Tanto así que hasta sus antiguos competidores en la elaboración de computadoras empezaron a comprar sus sistemas operativos Microsoft windows.
La historia de esa innovación aún se sigue escribiendo. Tú y yo somos parte de ella, somos colaboradores y escritores de esta idea que no solo innovo, sino que también trascendió en todo el mundo y tendrá su lugar en el olimpo de las ideas que revolucionaron el mundo.
Ahora que ya sabes la diferencia entre inventar e innovar tienes bastante trabajo por delante, ya que el mercado y tus competidores están buscando la receta para por fin marcar la diferencia y ser el número uno.
Tú ya tienes parte de la receta para innovar solo necesitas una pizca de creatividad y un buen plan junto con una buena estructura para hacer que tus ideas marquen el mundo y sean parte de ese olimpo que guarda e inmortaliza a las grandes ideas.